Los que se quedaron sin hogar o tenían miedo de las réplicas durmieron al aire libre el sábado en las calles de la antigua ciudad de Marrakech, o bajo carpas improvisadas en poblaciones muy afectadas en las montañas Atlas, como la de Moulay Brahim
. Mientras los residentes de esa localidad y los de Amizmiz estaban más preocupados por los daños en comunidades de difícil acceso.
La mayoría de los fallecimientos ocurrieron en el distrito de Al Haouz, en la cordillera del Alto Atlas. Han llegado ofrecimientos de apoyo de todas partes del mundo, y la ONU indicó que tiene un equipo en Marruecos que coordina la asistencia internacional. Unos 100 equipos, que en total cuentan con 3 mil 500 rescatistas, están registrados en una plataforma de la ONU y listos para desplegarse en el país africano cuando se les solicite, según Rescatistas Sin Fronteras.
Francia, que tiene muchos vínculos con Marruecos, señaló que cuatro de sus ciudadanos fallecieron en el sismo. Localidades francesas pequeñas y grandes ofrecieron más de 2 millones de euros en ayuda, además artistas populares recaudan donaciones. Había poco tiempo para el duelo mientras los sobrevivientes intentaban rescatar algo de las casas dañadas.