Espectaculos | Múltiples historias a través de voces femeninas ✍ Ana Seoane
La oferta de shows conducidos por una sola protagonista nunca fue tan grande: de musicales a obras infantiles, de confesiones íntimas a identidad de género.Sería imposible nombrar a todos los unipersonales femeninos que hoy están sobre los escenarios porteños.
Esa misma libertad que parece dar este formato hace que varias actrices hayan pasado del escenario a la escritura. El ejemplo más reciente, luego de su paso por Microteatro es el de Jorgelina Aruzzi con La mujer del vestido verde. Una propuesta que entrecruza una hecho de nuestro pasado nacional con una mirada donde hay humor y misterio.
En la actual cartelera teatral porteña imperan numerosas obras con una sola persona en escena. En muchos casos escritos, dirigidos e interpretados por mujeres. Aquí varias de ellas hablan de por qué eligieron este formato y la multiplicidad de temáticas, desde íntimas hasta históricas, hasta musicales.
Hay varios unipersonales que pasaron de la narrativa al teatro. Es el caso de la novela Uno, ninguno y cien mil de Luigi Pirandello transformado a través de la adaptación y dirección de Giampaolo Samá en Una con la actuación de Miriam Odorico. La ductilidad de esta intérprete hace que el público le crea en la variedad de personajes que encarna en algo más de una hora sin moverse de su silla.