La ópera prima como realizadora de la actriz Maggie Gyllenhaal se basa en uno de los textos que integra la serie 'Crónicas del desamor' y refleja los claroscuros de la maternidad, lo intransferible del cuidado en la primera infancia y la problematización del deseo.
hay sintonía entre los dos formatos.lo arduo e intransferible del trabajo de cuidado en los primeros años de la infancia y de la problematización del deseo"Qué estupidez pensar que una pueda confesarse ante los hijos antes de que cumplan al menos cincuenta años. Pretender ser vista por ellos como una persona y no como una función.
, reflexionó Gyllenhaal sobre ese tramo de historia. Contó, además, que la posibilidad de filmar la película le generaba una ilusión muy específica: salir de la experiencia solitaria de la lectura y llevarla a la pantalla grande para que así exponer el tema a la discusión familiar, entre amigas o en el marco de la pareja.
Tal vez sea paradójica esta defensa del rol de las mujeres en la literatura y de la necesidad de que esta agenda esté presente con su propia decisión de esconderse detrás de un seudónimo. Ferrante, en cambio, cree que es justamente ese alejamiento el que le permite sostener la idea de autoría y el valor de la obra por sobre el de los caprichos de la industria editorial.
En uno de los artículos"Mujeres que escriben", Ferrante expresa:"En el imaginario, el valor de recorrer el mundo luchando con la palabra y las acciones sigue siendo cosa de intelectuales de sexo masculino. Por una serie de reflejo condicionado de la cultura,