El domingo se festejará el jubileo de platino, una marca inédita para un monarca británico
de su llegada al trono invitando este sábado a grupos comunitarios locales a su residencia de Sandringham, en el este de Inglaterra.
Isabel, de 95 años, se convirtió en la reina de Gran Bretaña y de más de una docena de otros reinos, incluidos Canadá, Australia y Nueva Zelanda, a la, mientras se encontraba en Kenia por una gira internacional. como un abanico regalado a su tatarabuela, la reina Victoria, con motivo de sus 50 años en el trono en 1887Isabel recibe el homenaje de una niña, Harriet Reeve, de nueve años, durante los festejos en SandringhamIrónicamente, Isabel no estaba destinada a ser monarca al nacer, y se convirtió en reina solo porque su tío Eduardo VIII abdicó para estar con la divorciada estadounidense Wallis Simpson.