El periodismo y la guerra en Ucrania ✍ Gustavo A. Rivero
En acción. Inna Afinogenova, cuando desde la agencia rusa financiada por el Kremlin desarrollaba sus análisis críticos.Con el inicio de las operaciones militares rusas en Ucrania, un significativo número de periodistas de diferentes partes del mundo que trabajaban para medios rusos como RT y Sputnik renunciaron a sus puestos, como los corresponsales ingleses Shadia Edwards-Dashti y Jonny Tickle y la editora en jefe rusa y activista Maria Boronova.
Si no estás conmigo, estás contra mí. La credibilidad periodística de Inna Afinogenova fue siempre cuestionada por medios tradicionales de la región por trabajar para RT.
En este sentido, la sección de comentarios de sus publicaciones era un fervoroso espacio de interacciones en el que se congregaban mayoritariamente sus creyentes, quienes le agradecían por ser un faro de luz en medio del limitado análisis periodístico de los fenómenos políticos y sociales latinoamericanos.
Sesgo “independiente”. El ejemplo de Afinogenova evidencia la alta polarización que existe entre los medios de comunicación financiados por Estados no democráticos como RT o HispanTV de Irán. Se trata de medios que emplean eslóganes como “cuestionar más” o “mostrar un punto de vista alternativo” para ofertar un tipo de periodismo cercano a la “verdad”. Sin embargo, se trata de armas de información que polarizan y favorecen intereses particulares.