El basquetbol, con su ritmo frenético y jugadas espectaculares, ha conquistado el corazón de millones alrededor del mundo, no sólo el mío.
Creo que he dejado claro para los que me leen constantemente que soy superfan del basquetbol o baloncesto. En estos momentos se está jugando el Mundial de Básquetbol de la FIBA, organización a nivel mundial equivalente a la FIFA en el futbol soccer. He estado esperando este momento y ahora lo estoy disfrutando. Bueno, es difícil porque los partidos comienzan desde las 2:30 a. m. y parecía que México quedaría eliminado después de perder 3 partidos.
Pero más allá de los triples y las clavadas, existe un juego estratégico que se juega fuera de la cancha: el del marketing y los negocios. Hay cuatro aspectos que lo permiten y me gustaría resaltar:La NBA es una muestra clara del potencial del baloncesto para hacer dinero. Sus finales tienen millones de espectadores globalmente, y las marcas se pelean por un espacio en la camiseta de los equipos o en las pausas comerciales.
Así, las marcas ven en el Mundial de Baloncesto un juego del marketing, una oportunidad dorada para llegar a nuevos mercados. Desde campañas publicitarias protagonizadas por las estrellas del torneo hasta ediciones limitadas de zapatillas y camisetas, el marketing juega un papel crucial en la popularidad y el éxito comercial del evento.
El Mundial de Baloncesto no es solo un espectáculo deportivo, sino también una masterclass de marketing y negocios. Las marcas que logren capitalizar este evento se posicionarán en la mente de los consumidores y verán un retorno significativo en su inversión. Aun así, desde mi punto de vista, le falta mucho más fuerza, presencia, motivación e interés, al menos en México.