De 'Al azar de Baltasar' a 'Platero y yo' y la película Eo, los burros han sido unos protagonistas extremadamente humanos Laberinto
Robert Bresson escribió el guion de Al azar de Baltasar después de leer un pasaje de El idiota, de Dostoievski, aquel en el que el príncipe Myshkin menciona que del afecto que le inspiran los animales, siente un especial cariño por el humilde burro.
Sea en las granjas, en el bosque, en las autopistas y las haciendas; sea en las villas o ciudades, los transportes y caminos por los que sus patas marchan en un trote cadencioso, Eo simboliza a un peregrino cuya orfandad reafirma el juicio del príncipe Myshkin: la humildad o la nobleza del asno, la inocencia de un ser frágil.La soledad, desde la incierta percepción de Eo, quizá solo se alivie en la búsqueda estoica del hogar.