Los letales incendios en Hawai y la catastrófica marejada ciclónica del huracán Idalia fueron factores para que Estados Unidos impusiera un nuevo récord de desastres climáticos que dejaron al menos 1.000 millones de dólares en daños.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos anunció el lunes que, en los primeros ocho meses del año, se han registrado 23 eventos meteorológicos extremos que han costado al menos 1.000 millones de dólares cada uno, dejando atrás la marca previa de 22 durante todo 2020. Hasta ahora, los desastres de este año han tenido un costo superior a los 57.600 millones de dólares y han causado al menos 253 muertes.
Y el conteo de la NOAA aún no incluye los daños por la tormenta tropical Hilary en California y la intensa sequía que ha azotado las regiones sur y centro-norte del país, debido a que aún no se contabiliza el total, indicó Adam Smith, climatólogo y economista de la NOAA responsable del recuento de catástrofes con 1.000 millones de dólares en daños.
La NOAA ha estado dando seguimiento a los desastres climáticos con daños de 1.000 millones de dólares en Estados Unidos desde 1980 y ajusta el costo de los daños a la inflación. Lo que sucede refleja un incremento en el número de catástrofes y la construcción de más zonas en ubicaciones propensas a riesgos, indicó Smith.
“La exposición, más la vulnerabilidad, más el cambio climático, se traducen en más desastres de 1.000 millones de dólares”, explicó Smith. La NOAA añadió ocho nuevos desastres de 1.000 millones de dólares a la lista que publicó hace un mes.