Gracias a los avances en la tecnología y las pistas anónimas, distintas personas pudieron darle un cierre a historias que llevaban años sin tener un desenlace.
Su nombre era Sharon Lee Gallegos, una niña de 4 años que fue secuestrada
En febrero del mismo año, el hombre estaba en el aeropuerto con su esposa y otra pareja tomando un café. Cuando tiró la taza descartable a la basura, las autoridades la recuperaron para comparar su ADN con el encontrado en la ropa interior de Lindy Sue, lo que resultó en una coincidencia genética. la policía recibió una carta anónima que indicaba que Benning había sido la culpable de asesinar a su novio
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