El 17 de marzo de 1992 murieron 22 personas y hubo cientos de heridos cuando una bomba demolición la sede diplomática israelí, ubicada en el barrio de La Recoleta.
el gobierno nacional y funcionarios israelíes coincidieron en continuar trabajando para que haya justicia y castigo a los responsables. “Después de treinta años ya no hay discursos, no hay promesa que alcance, ya no alcanza nada; nada es suficiente cuando no hay justicia”, reconoció el ministro Martín Soria, quien habló en nombre del gobierno nacional.
Atentado a la Embajada de Israel: a 30 años de una icónica foto y el reencuentro de sus protagonistas Ronen pidió esfuerzos a los Estados para “mantener vivo el reclamo de justicia” y para que “el terrorismo internacional no consiga que nos callemos y dejemos de pedir justicia; cabe en nosotros enseñar a nuestros hijos e hijas seguir el camino de la paz y no el camino del odio y el antisemitismo”.
Para Soria, “la falta de respuestas rápidas y efectivas, la falta de justicia y castigo a los culpables” en el atentado a la Embajada de Israel, “seguramente influyó para que tan solo dos años más tarde tuviésemos que lamentar en suelo argentino otro cruel y salvaje atentado terrorista, me refiero al atentado a la sede de la AMIA”.
“Nadie puede dudar que la falta de esclarecimiento de ambos atentados nos muestra las dos caras de una misma moneda; en ambos casos, lamentablemente, el denominador común es el nulo avance de las causa judiciales que generan dolorosa impunidad”, reiteró Soria, poniendo el foco en el Poder Judicial.